sábado, 28 de julho de 2012

Hermético silencio policial en Miami tras ataque terrorista



Miguel Fernández Martínez*


Más de dos meses después de que un atentado con bombas destruyera en Miami las oficinas de Airline Brokers, una agencia especializada en viajes de Estados Unidos a Cuba, las autoridades y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) mantienen silencio al respecto.

Aunque funcionarios e investigadores del Cuerpo de Bomberos del condado Miami-Dade reconocieron la intencionalidad del hecho y argumentaron que los sospechosos emplearon botellas incendiarias, aún no hay arrestos, indicios o pistas que lleven a los criminales.

Las pesquisas continúan en coordinación con varios departamentos que incluyen al FBI, el departamento de Bomberos de la ciudad de Coral Gables y la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego, según versiones de los cuerpos policiales.

Pero los anuncios no pasan de ahí. El silencio es casi hermético y los expertos solo exhiben como prueba las imágenes borrosas de un vehículo sospechoso, tomadas por una cámara de seguridad.

Quienes conocen el historial terrorista generado en Miami mantienen escepticismo y dudas, pensando si este atentando será uno más del extenso listado de ataques contra Cuba, aún sin resolver en la polarizada ciudad del sur de Florida.

Airline Brokers se convirtió en la nueva víctima del terrorismo anticubano, después de manejar las operaciones y vuelos a la Mayor de las Antillas durante la visita papal, efectuada del 26 al 28 de marzo pasado.

La peregrinación fue una iniciativa conjunta de la Arquidiócesis de Miami y la Iglesia Católica Cubana, que permitió a cientos de emigrados cubanos residentes en Estados Unidos visitar la Isla durante la estancia del Santo Padre Benedicto XVI.

Los elementos más recalcitrantes de la contrarrevolución cubana en la urbe floridana, férreos detractores de cualquier intercambio entre Cuba y su diáspora, se opusieron a la peregrinación y, por supuesto, a Airline Brokers, la agencia de viajes que se ocupó de la tramitación y traslado de los peregrinos.

Recientemente Andrés Gómez, periodista y activista cubano residente en Miami, presidente de la Alianza Martiana y editor del sitio Areíto Digital, denunció la falta de agilidad y seriedad en el proceso investigativo por el atentado contra la agencia de viajes.

Denunció además el contubernio expreso de las autoridades policiales y judiciales con los promotores del terrorismo anticubano.

Gómez comentó en un reciente artículo distribuido en las redes sociales, que entre 1968 y 1969, al menos 50 acciones terroristas fueron realizadas en Miami por la organización Poder Cubano, dirigida por el asesino a sueldo Orlando Bosch Ávila. Recordó como elemento coincidente el hecho de que el atentado contra la agencia de vuelos
charter se cometió el día del primer aniversario de la muerte de Bosch.

También anotó que de 1970 a 1979, según documentos desclasificados del FBI, 95 acciones extremistas fueron cometidas en Miami por estas organizaciones contrarrevolucionarias.

Recuerda Gómez que durante este período y en un lapso de 24 horas, esos grupos ejecutaron ocho acciones vandálicas con explosivos en las oficinas de la Fiscalía de Distrito de Florida, del Seguro Social, de la jefatura de la Policía de Miami, en las oficinas centrales del departamento de Correos y en las del propio FBI, entre otras.

El director de Areíto Digital subraya que entre 1980 y 1983, en Miami se cometieron 13 actos de terrorismo; seis en 1987, ocho en 1988, y dos en 1989.

La mayoría de los efectos recayeron sobre agencias de viajes a Cuba, consulados cuyos gobiernos mantenían relaciones diplomáticas con el cubano, y las oficinas de la Revista Réplica.

En los años noventa, el sur de Florida sufrió nueve acciones terroristas, sobre todo contra empresas cuyos dueños apoyaban la normalización de las relaciones con Cuba y centros nocturnos donde se presentaban artistas de la Isla.

El activista cubano señala que la inmensa mayoría de los terroristas culpables de estos crímenes en Miami no fueron arrestados ni procesados, y quienes enfrentaron la “justicia”, cumplieron escasas y leves condenas.

No actuar, ni encausar y procesar judicialmente a los culpables (…) como la ley exige es volver a un pasado tenebroso en Miami (…) cuando todo lo relacionado con el terrorismo perpetrado por la extrema derecha cubanoamericana era tratado como asuntos comunes e imperaba el terror y no la ley, aseveró Andrés Gómez.

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La pupila insomne

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