BRASILIA, 14 (ANSA) - Fuentes del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff dejaron trascender una cierta "decepción" ante la posición del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, que ayer justificó el espionaje global ante la presidenta Dilma Rousseff.
Miembros del
oficialismo expresaron una "decepción grande" luego de que el enviado del
presidente Barak Obama ratificó ante Rouseff su defensa de la red de
inteligencia que espió a millones de comunicaciones en Brasil, lo cual dio
origen a un escándalo que afectó la relación
bilateral.
Los integrantes
del gobierno comentaron que esperaban de Kerry alguna propuesta constructiva
como la revisión del programa de inteligencia o la aceptación de alguna
sugerencia del gobierno brasileño, algo que no ocurrió, informó hoy la
columnista Mónica Bergamo, del grupo Bandeirantes.
Rousseff recibió a
Kerry en el Palacio del Planalto donde predominó un "clima pesado" durante el
cual el enviado norteamericano justificó el espionaje realizado en Brasil y
otros países para combatir el terrorismo, dijeron asesores del gobierno al
diario Folha de Sao Paulo.
Según lo publicado
en Folha, Kerry habría repetido ante Dilma argumentos similares a los planteados
horas antes en una conferencia de prensa cuando dijo que Washington seguirá
haciendo espionaje en el extranjero, lo cual, opinó, redundará en un beneficio
incluso para la seguridad de los brasileños.
Kerry dejó la sede
del gobierno en Brasilia sin formular declaraciones y tampoco hubo una
manifestación pública de la Presidencia.
Previamente el
canciller brasileño Antonio Patriota, dijo ante Kerry que es necesaria más
transparencia en las acciones de inteligencia norteamericana y que el escándalo
denunciado por el ex agente Edward Snowden suscitó una "sombra" de desconfianza
entre los dos países.
(ANSA).
14/08/2013
18:15
Tomado de Moncada
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