terça-feira, 20 de outubro de 2015

¿Made in Cuba? o para leer al Mickey Valdés

Con hilo fino se han de hilvanar los usos sociales e hibridaciones de los símbolos cubanos para no confundir los escenarios políticos actuales con una colonización cultural de nuevo tipo...

El meme de Mickey Valdés casi se hizo viral en las redes sociales, antes que la polémica sobre el híbrido cubano-americano en los Lucas de Verano plantara banderas contrapuestas entre blogueros y foros en línea.

Salido del video clip de Raúl Paz Hace falta, el muñeco mitad Mickey Mouse (léase guantes blancos, grandes zapatones y características orejotas) y mitad Elpidio Valdés (aunque si vamos a ser exactos sería como un 25 por ciento, dado que solo reproduce la porción facial del animado cubano), modela en las calles habaneras como parte del audiovisual de marras. Pero no fue hasta que el ratón con cara de mambí hizo aparición en el Lucasnómetro celebrado en agosto en el Karl Marx, que inició una polémica interesante y harto productiva en términos de cómo y bajo qué intenciones se pueden/deben usar los símbolos culturales cubanos.  

En el marco de la reanudación de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, la simbiosis propuesta hace clara alusión a ese ente sociodemográfico tan debatido que es el cubanoamericano. Para muchos este “coqueteo” cartoonístico se traduce en un espíritu de reconciliación por los intensos años de ruptura diplomática entre ambos países que trajeron, y todavía traen, como consecuencia situaciones harto complejas para la sociedad civil cubana. Otros esgrimen la espada de Damocles contra todo intento de norteamericanización de la identidad nacional, que se traduce a la postre en una colonización cultural de nuevo tipo.

Unos y otros exponen razones: algunas lógicas, otras justificadas, muchas desde la experiencia, la ideología y cosmogonía personal y/o colectiva. Aunque, algo sí está claro: hasta las reinterpretaciones de elementos de aparente “inocencia” como los dibujos animados, pueden acarrear connotaciones muy peligrosas, incluso si no traen machete o blanden su guante blanco.

Para aportarle otro tono al debate en el mismo agosto y a propósito de los 45 años de Elpidio Valdés, Juan Padrón, creador del clásico infantil, defendía en la prensa nacional que la manigua de este carismático mambí “le había ganado la pelea al Pato Donald”.

En medio de esta polémica sobre la “reencarnación a lo cubano” del hijo pródigo de Disney, resulta imperdonable no remitirnos a ese artículo clave de la literatura política, que bajo las rúbricas de Ariel Dorfman y Armand Mattelart, ofrece una especie de manual sobre comunicación de masas y colonialismo, bajo el sugerente título Para leer al Pato Donald (1971).

Esta lectura retomada y una revisión a la Teoría de la Comunicación, resultan herramientas pertinentes para confirmar que un híbrido como Mickey Valdés, aún pensado con “buenas intenciones”, no puede interpretarse como mera combinación animo-cultural. Y el que así lo entienda, peca de ingenuo.  

Baste recordar que desde la propia fundación de la factoría Disney, sus creaciones y símbolos, sus usos y apropiaciones, como bien lo recalcan Dorfman y Mattelart, han servido para omitir y homogeneizar nacionalidades, en tanto endulzan su clara función de marca de fábrica registrada. 

Las estadísticas así lo mostraron entonces, y todavía hoy lo muestran: en el imaginario colectivo de muchos países el ratón Mickey supera en popularidad al héroe animado de turno. Y no solo Mickey; toda la casa Disney tiene adeptos entre grandes y chicos, en detrimento de la propia producción nacional: ahí está el pato Donald y sus sobrinos, el tío Mc Pato, Tribilín, Daysi y Minnie, el gato Tom, las ardillas Chip y Dale, los ratones Gus y Jacques, Porky...

¿Lo más preocupante? Negar que tras esta aparente propuesta infantil no exista un intento de naturalizar, normalizar y legitimar, bajo la apariencia simpática de los personajes, un modelo de vida, una ideología y un sistema. “El lenguaje de este tipo de historieta infantil no sería sino una forma de la manipulación”, insisten los autores.

Es por ello que leer a Mickey Valdés invita a debatir sobre consumo cultural en esta reinterpretación del “proceso de invasión por la naturaleza-Disney”. Nada más previsor que aquellos análisis cardinales de Dorfman y Mattelart: “Para Disney, entonces, los pueblos subdesarrollados son como niños, deben ser tratados como tales, y si no aceptan esta definición de su ser, hay que bajarles los pantalones y darles una buena zurra. ¡Para que aprendan!”.

Neurálgico deviene analizar, entonces, qué sucede o sucedería cuando la propia invitación a la norteamericanización sale del propio patio. La inocencia sería un pecado de lesa historia: “El progreso, que viene desde afuera con sus múltiples objetos, es un juguete. (…) El despojo capitalista irrefrenable se escenifica con sonrisas y coquetería”, alertaban los teóricos.

Incluso, insisten más: “es posible advertir en esta colaboración benévola un neocolonialismo que, rechazando el saqueo desnudo del pasado, permite al nativo una mínima participación en su propia explotación”.

Sin descartar el espíritu del diálogo entre ambas naciones, sin renunciar al encuentro necesario entre ambas sociedades, no se puede propiciar tampoco la disgregación de la cotidianidad simbólica de la Isla a través de una cultura masiva ajena, diluyente. “Ya no puede escapar a nadie los propósitos políticos de Disney, tanto en estas pocas historietas donde tiene que mostrar sin tapujos sus intenciones, como en aquellas mayoritarias en que está cubriendo de animalidad, infantilismo, buensalvajismo, una trama de intereses de un sistema social históricamente determinado y concretamente situado: el imperialismo norteamericano”, alertan los ensayistas, previsoramente.

Muchos menos constituye la táctica tirar todas las piedras en el techo del ahora controvertible Mickey Valdés, quizás pensado con ánimo de mediación. No solo estamos ante la neocolonización occidentalista por emparentar a Disney con Padrón. O haga la prueba: ¿Cuántos de nuestros hijos, hijas, sobrinos van a la escuela con mochilas de Hannah Montana o con imágenes de Dora, la exploradora, estampada en las loncheras? ¿Cuántos de los jóvenes no portan en mochilas, pulóver, bolsas y gorras, banderas de Estados Unidos, Gran Bretaña o España? ¿Cuántos de estos mismos no poseen almanaques de los ídolos de las series multinacionales o de los MVP de las Grandes Ligas? ¿Cuántos no tienen afiches del crack brasileño Neymar o del estelar Lionel Messi; o simplemente forran sus libretas con el logotipo del fútbol club Barcelona?

No se predica, en lo absoluto, aplicar una persecución a lo Torquemada contra cualquier oferta audiovisual y cultural foránea; pero hay que admitir que la ausencia de una industria nacional nos coloca porcentualmente en desventaja ante una penetración cultural de diversa índole.

Terreno desocupado; terreno cedido. Y si es pertinente que la audiencia se eduque en una cultura crítica en medio de tanta pluralidad; la nación se debe (pre)ocupar, por integrar con mayor efectividad esa misma pluralidad. O no sería demanda frecuente de los jóvenes en su pasado Congreso que accesorios y productos relacionados con los símbolos se hicieran más asequibles económicamente, menos míticos humanamente.

“¿Dónde podemos encontrar una bandera cubana para ponerla en la oficina o en nuestro cuarto? ¿Dónde encontrar un busto de Martí, Mella, Guiteras, José Antonio, Che o cualquier otro patriota nuestro? ¿Por qué se venden sólo en divisas (y bien caros por cierto) los pulóver con la imagen del Che?”, son algunas de las interrogantes de periodistas y blogueros en trabajos relacionados. Preguntas que todavía hoy no tienen respuestas claras.

Escasea la producción industrial y mediática en la Isla en ese sentido; y faltan también estrategias comunicativas, ideológicas y comerciales eficientes a la sazón, cuando no están permeadas de puritanismos burocráticos y restricciones legales perfectamente debatibles.

Mickey Valdés solo vino a posicionar en debate un fenómeno nada nuevo. Dorfmann y Mattelart lo alertaron y advirtieron hace cuatro décadas; nosotros hace años presenciamos, desde la pasividad cómplice, esta variopinta colonización, que a todas luces se puede interpretar como una pluralidad cultural pero también como una diversidad desarraigada.

Tomado de Cubahora

HOMENAJE AL DIA DE LA CULTURA CUBANA

Hablar sobre el Día de la Cultura Cubana parece fácil, sin embargo, el tema es profundo y por eso es necesario responder algunas simples preguntas: ¿qué decir de nuestra Cultura? ¿qué es realmente? ¿es música, teatro, cine, deporte, literatura?

Sabemos que el término cultura designa el conjunto total de las prácticas humanas, de manera que incluye las prácticas: económicas, políticas, científicas, jurídicas, religiosas, discursivas, comunicativas, sociales en general. No sería redundante decir entonces que es algo que tiene que ver mucho con los modos de vida, nuestra manera de pensar y actuar y la demostración más legítima de lo que fuimos, somos y seremos

Para saber de Cultura Cubana hay que saber que este día 20 de Octubre es una fecha que marca el nacimiento oficial de una nación y de su identidad, que ese día en el año 1868 el abogado bayamés Pedro (Perucho) Figueredo dio a conocer la Letra de un himno al que el llamó La Bayamesa y que vino a convertirse en nuestro vibrante himno nacional.

Para hablar de Cultura tenemos que recordarnos de nuestro aporte a la lengua española, recordarnos de que una simple frase dicha por un cubano dista mucho de la misma dicha por un español, Buenos días amigo, como está tu madre? Diría un español… Buenos días asere, y tu pura como está? Eso, es cultura… Para hablar de Cultura cubana recordemos a Maceo, Marti y Gomez, a Villena, Mella, los jóvenes del Moncada, los de la Sierra , el Llano , Playa Girón y Angola, porque historia es cultura.

Recordemos, los ciclones Flora, Inés y Mitch, la Sierra Maestra, el Turquino, el malecón de la Habana, los mogotes de Viñales , la playa de Varadero y los cayos de los litorales cubanos. Conocer nuestra geografía, forma parte de la cultura cubana.

Recordemos que hablar de Cultura Cubana es recordar a Ramon Fonts, Rafael Fortún, Figuerola, Juantorena, Stevenson , Savón, Pacheco, Linares, Kindelán, Sotomayor; recordar que el clásico del beisbol cubano es Industriales contra Santiago de Cuba y que el Palmar del Junco es la cuna de nuestro deporte nacional y el Latino parte importante de su continuación; para hablar de Cultura cubana hay que recordar a los Mártires de Barbados, la Campaña de Alfabetización, los Juegos Escolares y la participación de Cuba en Olimpiadas. 

Para hablar de cultura cubana hay que recordarse de que el primer bolero se llamó TRISTEZAS; el primer danzón, Las alturas de Simpson; de que hay un Son de la Loma y unas Lágrimas Negras, de que el mambo y el cha cha cha también son cubanos y que existe un Chucho Valdes, un Silvio un Pablo, de que tuvimos un Miguel Matamoros , un Formell, un Dúo los Compadres y un Benny Moré. No debemos de olvidarnos de que existe la Conga Santiaguera, las Charangas de Bejucal y las Parrandas de Remedios, tampoco de que Portocarrero, Wifredo Lam, Nicolás Guillén, Reneé Mendez Capote y Alejo Carpentier son cubanos y sumaron su arte a nuestra Cultura. 

Para demostrar que sabemos de Cultura Cubana, no debemos olvidarnos que Elegguá es quien abre los camino y el primero que come; que la Patrona de Cuba es la Virgen de la Caridad, Ochun en el sincretismo; que Santa Barbara es Changó; la Virgen de Regla, Yemayá; Obbatala es la Virgen de las Mercedes; San Lázaro cuida de los desvalidos y de que en Cuba el que no tiene de Congo tiene de Carabalí. No podemos olvidarnos de que el ron cubano y el tabaco son los mejores del mundo y que sentimos profundo orgullo por nuestra educación, nuestra idiosincrasia y nuestra dignidad. 

Para hablar de Cultura Cubana, recordemos la medicina y los médicos cubanos, los internacionalistas y los Comités de Defensa; recordemos nuestro caminar por las calles de nuestras ciudades y las personas que forman parte de nuestra población, donde nos encontramos en cada esquina a : blancos, negros, chinos y mulatos, negros achinados y chinos rubios, eso es Cuba, país de una cultura sin igual, país que diseminó al mundo formas y modelos culturales diferentes. 

Donde el beisbol es pelota y pelota es bola; donde no se duerme, se tira una surna; donde no se bebe cerveza, sino un laguer y donde no se dice me voy, sino, me piro, fui, o desaparezco; donde cuando amanece se le da los buenos días a la vida y se toma un buchito de café no una taza. 



¡Viva la Cultura Cubana ¡ 

Brasilia, 20 de octubre de 2015

La luz de Yara

Este 20 de octubre se conmemoran 147 años de entonado por vez primera el Himno de Bayamo, Dia de la Cultura Nacional

Entregan Premios de la Crítica Literaria 2014

El Premio Anual de la Crítica Literaria, que se otorga a los libros más importantes publicados en la Isla durante el período de un año, fue entregado este lunes en el Centro Dulce María Loynaz.

En esta oportunidad el jurado —presidido por Francisco López Sacha, e integrado además por Luisa Campuzano, Denia García Ronda, Reynaldo González, Ricardo Riverón, Atilio Caballero y Norge Espinosa— otorgó el galardón a los 10 mejores textos del año 2014 en los géneros de ensayo, poesía, novela, cuentos, literatura para niños y teatro.

Entre los libros galardonados destacan Dame el siete, tebano. La prosa de Antón Arrufat, de Margarita Mateo; El salvaje placer de explorar, de Daniel Díaz Mantilla; Imagen y libertad vigiladas. Ejercicios de retórica sobre Severo Sarduy, de Pedro de Jesús; Herejes, de Leonardo Padura; Vías de extinción, de Antón Arrufat.

También se alzaron con el premio las obras Damas de Social. Intelectuales cubanas en la revista Social, de Nancy Alonso y Mirta Yáñez; Fernando Pérez. Cine, ciudades e intertextos, de Luis Álvarez y Armando Pérez Padrón; Sistema, de Abel González Melo; La increíble historia de los increíbles pies de la señora Flora, de Nelson Simón; y Un pie en lo alto y otras encerronas, de Sindo Pacheco.

En nombre de todos los premiados, el escritor y ensayista Daniel Díaz Mantilla –quien recibiera el Premio Alejo Carpentier 2014 por este mismo cuaderno de relatos- agradeció a los lectores y al jurado por no dejar morir aquello que distingue a los humanos de las bestias: la cultura de lo bello, lo sensible y de las artes.

En tanto, Denia García Ronda destacó que esta edición del certamen demostró que en cuanto a creación literaria, Cuba no tiene de qué preocuparse.

Existen magníficos escritores de diversas generaciones, aunque los mayores de 50 encabecen aún la lista, aseguró.

Por su parte, el narrador, ensayista y profesor de arte, Francisco López Sacha –en su condición de presidente del jurado- comentó que tras leer alrededor de 100 volúmenes, efectivamente se premiaron los 10 mejores títulos, los cuales entrarían en la historia de la literatura cubana por la puerta grande.

El Premio de la Crítica Literaria, convocado por el Instituto Cubano del Libro, tiene como propósito estimular la creación de los autores y de las editoriales cubanas.

(Con información de la AIN) Cubadebate

segunda-feira, 19 de outubro de 2015

Formación de la nacionalidad cubana centra debate en oriente del país

La Habana, 19 oct (PL) La formación de la nacionalidad cubana ocupa hoy debates de intelectuales y artistas en la oriental provincia de Granma, en vísperas de celebrarse mañana el Día de la Cultura en este país.

Según el asesor del presidente de los consejos de Estado y de Ministros Abel Prieto Jiménez, en la actualidad resulta especialmente necesario cultivar el sentimiento de ser cubano y defender esa condición.

El término cubanía fue acuñado por el científico y antropólogo Fernando Ortiz, quien lo consideró de implicaciones superiores al de cubanidad, rememoró.

A juicio de Prieto, en estos tiempos donde las ideas tienen un papel fundamental es esencial conocer, defender y promover la cubanía.

El evento teórico Crisol de la Nacionalidad Cubana es una de las actividades centrales de la edición 21 de esta fiesta que se celebra desde 1994 cada año para recordar el 20 de octubre de 1868, cuando se cantó por primera en una plaza pública el Himno Nacional.

Con el fin de rendir tributo a tal suceso, esa fecha quedó instituida como el Día de la Cultura Cubana.

Proyecciones de filmes y muestra de audiovisuales, ferias de artesanía popular y tradicional, ventas de libros, conciertos, presentaciones teatrales y exposiciones de artes plásticas conforman el programa de esta jornada.

mem/ifb

Porque si está la bandera… Por Luis Toledo Sande

Se han puesto en boga la “despolitización” y la “desideologización”. Pero estas, en el fondo, más allá de la voluntad personal, sustituyen unos criterios políticos por otros, una ideología por otra. Nadie está al margen de las políticas ni de las ideologías, digan lo que digan voceros de presuntas “modernidades”, según las cuales la historia no pasa de ser un simulacro fabricado por la política y por la ideología: es decir, por la política y la ideología que tales voceros rechazan y, por tanto, quisieran hundir en el olvido.

No se vive en el reino de las ilusiones. En lo que tiene de real y aún más en lo que tiene de falacias, la llamada globalización enmascara o intenta disimular grandes contradicciones que perduran. Hoy oleadas de migraciones ponen trágicamente sobre el tapete esa verdad y, en ella, la naturaleza de las potencias que tratan de venderse como paradigmas de civilidad y democracia. Los hechos están a la vista, para quienes quieran verlos.

No es una simpleza la proliferación —pudiera decirse que en muchas partes, pero aquí se habla de Cuba— de banderas usadas como si fueran o pudieran ser meros adornos en zapatos, ropa de todo tipo, carteras, pañuelos, vehículos… Parecería que se hubieran perdido todas las normas, pero el fondo es más complejo que las regulaciones. Estas, que deben existir civilizada y razonablemente, no son más poderosas que la vida, ni se pueden confiar a la espontaneidad, “a la buena de Dios”. La cultura tiene una función de primer orden que cumplir, y no podrá llevarla a cabo sin conocer y respetar la historia: no existe al margen de lo histórico, pero sus deformaciones pueden traicionarlo.

No, la invasión de banderas no es un hecho banal en ningún momento. No es algo que merezca pasar inadvertido, sin ser objeto de atención por la ciudadanía en general y —parece necesario advertirlo— por las instituciones que tienen responsabilidades políticas, ideológicas, culturales. A la larga, son todas las de un país, aunque los encargados de dirigirlas pudieran ignorarlo.

El espacio donde transcurren los hechos no es solamente físico, sino también histórico y cultural, político, ideológico. El despliegue, por todas partes, de banderas de los Estados Unidos no sucede hoy en abstracto, sino en medio de un proceso tendiente a la normalización de relaciones diplomáticas entre esa nación y Cuba. Ese proceso no significa —ni habrá de significar eso su potencial logro, aunque este fuera cercano, y no parece que vaya a serlo— que el imperio deje de ser imperio ni que Cuba renuncie a su voluntad de soberanía.

Si por algo pudiera considerarse honesto al actual presidente de la mayor potencia imperialista es por haber proclamado que, al plantearse un cambio en la actitud visible de su país —no hablamos aquí de aquel pueblo— hacia Cuba, su administración procura lograr por otros caminos, con otra táctica, lo que no consiguió con más de medio siglo de hostilidad desembozada. ¿Será necesario poner ejemplos de ella? Quienes prefieran ignorarlos como si no hubieran existido, los ignorarán aunque se les abrume citándoles hechos que han causado muertes y otras desgracias.

Dejando a un lado los hechos propios del protocolo en las relaciones internacionales —que algunos parecen dispuestos a acatar solamente para abogar por el “apoliticismo” y aceptar los designios imperiales—, si la bandera de los Estados Unidos representa a un pueblo, merece respeto. Pero si es también, y aún nada lo niega, la de un imperio agresivo que desde su fragua como nación aspiró a someter a Cuba —y lo hizo a la fuerza desde 1898 hasta 1958—, de un imperio que sigue generando masacres en el mundo, no hay por qué asumirla con entusiasmo, aunque en algunos el entusiasmo se desborde.

Para percatarse de tal grado de entusiasmo basta oír ciertos comentarios callejeros, y hasta leer algunos acogidos en publicaciones cubanas, digitales en particular. Si se les difunde, sirvan al menos para comprobar por dónde va parte del pensamiento, que no es nueva, no solo para que se vea que somos amplios y democráticos. ¿Lo es el imperio? ¿Lo son sus servidores? No es de ahí de donde deban venir nuestras normas, ni vienen nuestros ideales.

Aunque hoy se hable de corrientes neoanexionistas, lo de neo sale sobrando: son continuadoras del anexionismo contra el cual lucharon en el siglo XIX revolucionarios como José Martí. Era una línea de pensamiento peligrosa por antinacional, por el espíritu lacayuno que abonaba, aunque ya entonces estaba condenada al fracaso, como sigue estándolo hoy. No solo porque en el siglo XX y en lo que va del XXI la mayoría del pueblo cubano, con sus vanguardias, ha seguido defendiendo la independencia, sino porque a los imperialistas no les interesa que países “inferiores” sean parte de su “constelación de estrellas”. Como dominios humillados sí los admitirían.

Ningún cubano o cubana que abrace la dignidad y defienda a su patria debería desconocer ni olvidar la “Vindicación de Cuba” escrita y publicada por Martí en 1889 para refutar maniobras propagandísticas, ideológicas, de la prensa estadounidense. Nadie crea que eso es cosa muerta, y que recordarlo con vocación patriótica es anclarse en el pasado, como sostienen los interesados en borrar la memoria histórica para confundir a los confundibles y desautorizar a los revolucionarios. La tragedia de Puerto Rico, ¿es cosa del pasado? La martiana “Vindicación de Cuba” también defendía, de hecho, a esa tierra hermana.

En el actual contexto la bandera de los Estados Unidos es cada vez más visible, dentro o fuera de borda, en autos que circulan por calles cubanas. Tal “moda” empezó, al parecer, por vehículos de propiedad privada —autos de paseo, motos, camiones, bicitaxis…— a cuyos dueños supuestamente les asiste el derecho a exhibir en ellos lo que les venga en gana, al margen de toda ley jurídica o moral. Pero ya empieza a verse también en vehículos que pertenecen a instituciones públicas, a organismos, a la esfera de administración estatal. Es el caso de la foto que ilustra este artículo, tomada en la víspera del 10 de octubre de este año en la vía habanera que se conoce como de Rancho Boyeros, para la que sería honroso hacer valer su nombre oficial: Avenida de la Independencia.

Todas las instituciones cubanas, sobre todo las públicas —pero sin excluir a las privadas, que aumentan y también intervienen de distintos modos en el uso del patrimonio histórico y cultural—, tienen una alta responsabilidad, mucho más aún que en las prohibiciones que puedan existir, o falten, en las imágenes que difunden, y en la formación, en la persuasión de sus trabajadores y trabajadoras, aunque no operen en el sector gremialmente llamado cultural. Pero es obvio que la tienen de manera todavía más señalada si son de ese sector, como la institución a la cual pertenece el vehículo fotografiado.

Ello muestra un ejemplo concreto de una realidad ante la cual las instituciones del país tienen mucho por hacer, y con ese sentido se trae a los presentes apuntes. Aunque el asunto no es como para cruzarse de brazos y anular el pensamiento, y sí para hacer los necesarios reclamos de sesgo cultural, no se trata aquí a manera de acusación enfilada a promover ninguna represalia ni, menos aún, cacerías de brujas. Esto último va dicho como declaración de finalidad, y, si hiciera falta, hasta para complacer a quienes con mayor o menor razón se pronuncian contra tales cacerías. Pero tampoco ignoremos que entre esas personas puede haber no solo incautos y bien intencionados, sino igualmente interesados en que las brujas propaguen en la nación el espíritu que conviene al imperio, no a la patria.

El autor de estas líneas no repetirá en ellas lo que ha escrito sobre el tema en otros textos, especialmente en ¿Banderas nada más? y en Más sobre banderas (inicialmente publicados en la página digital de Bohemia, pueden leerse en las correspondientes ediciones impresas de esa revista, y en otros órganos digitales localizables en la red). El asunto es profundamente cultural, y no puede tratarse al margen de la historia ni de los designios o desafíos de la política. Pero no faltan quienes pretenden ignorarlos. A los artículos citados alude aquí el autor en pos de la aconsejable brevedad, y con la ilusión de que no se le atribuya ignorancia de hechos y conceptos que él conoce; pero también con la certidumbre de que no hay páginas que agoten la realidad: ella siempre las desborda, por muy minuciosas que fueran.

El segundo de aquellos artículos comienza enalteciendo un acierto: el de familiares y colegas de la profesora Angelina Romeu Escobar que le exigieron al conductor de la carroza fúnebre donde iba a ser transportado el cadáver de la educadora, retirar la bandera estadounidense puesta o admitida por él en la cabina del vehículo. La retiró, pero ¿en virtud de qué fines y al amparo de qué norma se había colocado esa insignia en un vehículo del sector estatal, y, por añadidura, llamado a la mayor seriedad, a solemnidad incluso? Tino y dignidad mostraron quienes reclamaron respeto para la memoria de alguien que había abrazado el legado martiano en su vida cotidiana y en el aula.

José Martí, quien luchó ejemplarmente por la independencia de Cuba, sostuvo que esta debía ser libre de España y de los Estados Unidos, y lo ratificó, en su célebre carta inconclusa a Manuel Mercado, el día antes de morir en combate en la guerra que él concibió y organizó para alcanzar el fin que sabía ineludible. Ese es el mismo héroe que amaba al pueblo español, del cual vinieron sus padres; que supo que en ese pueblo había amantes de la libertad de Cuba capaces de combatir y morir por ella, como no pocos hicieron, y fue también el mismo que, aludiendo al pendón de la metrópoli colonialista, escribió en Versos sencillos al rememorar un espectáculo artístico, español, al cual asistió: “Han hecho bien en quitar / El banderón de la acera; / Porque si está la bandera, / No sé, yo no puedo entrar”.


domingo, 18 de outubro de 2015

Califican de exitoso encuentro de cubanos residentes en Latinoamérica


Granada, Nicaragua, 18 oct (PL) El funcionario de la Cancillería Tomás Lorenzo calificó de exitoso el II Encuentro de Cubanos Residentes en América Latina y el Caribe, y destacó el apoyo de los participantes a las principales batallas que libra la isla.

Quedó evidenciada la unidad de criterios de todos los asistentes de que la tarea principal en estos momentos es la condena al bloqueo impuesto por Washington y la denuncia de la ocupación ilegal del territorio en Guantánamo, dijo en la culminación de la reunión.

Consideró que estas citas regionales han contribuido a fortalecer la comunicación entre los cubanos residentes en el exterior y devienen un importante espacio de intercambio para adoptar líneas de acción comunes en apoyo a la nación caribeña.

En la cita celebrada en esta ciudad nicaragüense, a unos 45 kilómetros de Managua, opinó que dentro de los principales retos de la labor de los cubanos residentes en el exterior en apoyo al país antillano se encuentran, entre otros, fortalecer las organizaciones constituidas.

Asimismo, propiciar que el trabajo de las mismas permita sumar a un mayor número de integrantes, y consolidar la comunicación y acción coordinada entre las distintas organizaciones, primero a nivel de país y luego a escala regional.

El subdirector de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior aludió a la importancia de continuar inculcando los sentimientos patrios a las nuevas generaciones, y procurar que las acciones desplegadas alcancen la mayor repercusión pública y mediática posible.

Ratificó que el proceso de normalización de las relaciones entre la nación y su emigración es continuo, irreversible y permanente, y que el gobierno de la isla reconoce, valora y cuenta con la labor de cubanos que, residiendo fuera del país, "mantienen una actitud activa en defensa de la patria".

Aludió al restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana, pero -dijo- para avanzar hacia la normalización de los vínculos será necesario la eliminación del bloqueo y la devolución del territorio ilegalmente ocupado en Guantánamo, entre otras cuestiones.

Todavía queda un largo y complejo camino por recorrer, enfatizó Lorenzo, quien subrayó que Cuba nunca aceptará ninguna presión dirigida a modificar cuestiones relacionadas con asuntos internos del país caribeño.

No debe pretenderse que para mejorar las relaciones con Estados Unidos, Cuba renuncie a sus ideales de independencia y justicia social, aseveró.

Señaló que se ha llegado a este encuentro "con la grandísima satisfacción de tener en la patria a nuestros cinco héroes (Gerardo Hernández, Ramón Labañino, René González, Fernando González y Antonio Guerrero, quienes estuvieron injustamente presos en Estados Unidos)".

Fueron 16 años de arduas batallas para lograr el regreso de esos antiterroristas y en ello Cuba pudo contar con el valioso aporte de ustedes, dijo el funcionario a los asistentes, al reiterar "el reconocimiento al esfuerzo realizado para contribuir a esta importante batalla de nuestro pueblo".

Precisamente, este sábado, los participantes en la cita pudieron apreciar un mensaje enviado por los Cinco a cubanos residentes en Europa y América Latina, para expresar su gratitud, afecto y admiración por el trabajo realizado en pos de su liberación.

Igualmente, aludieron a las tareas nuevas por cumplir en apoyo a Cuba, como la lucha contra el bloqueo.

rc/las

Fotos de Eduardo Martínez en FB

Opinión. GOLPEAR DESDE DENTRO



Jorge Gómez Barata

El bloqueo norteamericano ha sido tan total e intenso, y ha durado tanto tiempo, que algunos de sus efectos pueden haberse incorporado a la cultura de los cubanos, y operar como una segunda naturaleza. Es probable incluso, que en algunos sentidos las mentes hayan sido bloqueadas.

Mucha gente ha olvidado que el bloqueo no sólo fue norteamericano, sino de todo occidente. La Unión Soviética y el campo socialista se convirtieron en el único apoyo político, y en la fuente de suministros de todo cuanto Cuba necesitaba, incluyendo productos culturales: filmes, literatura, revistas, manuales, especialmente toda una doctrina económica y un modelo político.  

En 1991, cuando la Unión Soviética dejó de existir y Rusia emprendió la restauración del capitalismo, abandonó a Cuba, y en lugar de enviarle suministros le exigió el pago de deudas, Fidel Castro proclamó que “se había establecido un doble bloqueo”.

Cuando los rusos gobernados por Boris Yeltsin le volvieron no sólo la espalda a la isla, sino que actuaron contra ella, la dirección cubana reaccionó, y con decoro devolvió los golpes. Ya que cesaron de mandar petróleo y alimentos, se les pidió que dejaran de enviar las revistas Sputnik y Novedades de Moscú, y se cerraron las puertas a la propaganda de la Perestroika. Antes fueron Life, Selecciones y todas las norteamericanas. El doble bloqueo tuvo doble vía. 

La suma de las acciones de Estados Unidos al bloquear totalmente a Cuba, de la Unión Soviética al dejar de asistirla masivamente, y de Rusia al cortarle la luz, el agua y el gas, y dejarla sin comida ni gasolina, empujaron a la Isla al “Período especial”.

Recuerdo una madrugada, cuando en medio de un apagón llegué a casa, y mi mujer, despierta a causa del calor, preguntó ¿por qué tan tarde? Estaba en una reunión donde se explicó lo relacionado con la evacuación de La Habana, le respondí cariacontecido.

Según aquel plan ella, como todas las mujeres, niños, ancianos y personas no imprescindibles serian evacuados a pueblos cercanos. Sin electricidad, agua, gas y sin comida, no era posible vivir en una ciudad de dos millones de habitantes. Tampoco había combustible para trasladarlos en ómnibus ni trenes. Una parte de la evacuación sería a pie.

Ella, como siempre, todo buen humor y optimismo fue categórica: “¡Mi hijo y yo no iremos a ninguna parte! ¡Menos a pie!

Afortunadamente el fin del bloqueo norteamericano está por llegar, y los rusos, capitaneados por Putin, ahora se muestran magnánimos. Más difícil será borrar de las mentes los efectos de haber vivido durante casi 60 años en una plaza sitiada.

Se trata de un fenómeno cultural, en parte semejante a la agorafobia, una enfermedad que padecen las personas que temen a los espacios abiertos, y sienten miedo ante los ambientes despejados. Es también el caso de quien no reclama algo porque no sabe que existe.

A tal punto puede haber llegado el síndrome de la plaza sitiada, que el racionamiento parece normal, e incluso todavía es defendido como una medida revolucionaria. Un compatriota fue categórico: “La libreta (de racionamiento) llegó para quedarse, porque de ese modo se protege a los sectores de bajos ingresos”

También se creyó que al impedir la entrada de aparatos de video, teléfonos móviles, y prensa extranjera, se protegía a la nación contra la “penetración ideológica”.  

Está bien exigir al Congreso norteamericano que levante el bloqueo, y pedir a Obama que use sus facultades ejecutivas, pero es menester recordar que nuestro presidente también tiene las suyas, y puede usarlas para acelerar desde dentro el proceso.

Recientemente estuvo en Cuba la secretaria de comercio de los Estados Unidos que concedió una entrevista en la cual tilda a los cubanos, nada menos que de  conservadores (sic). ¡Habrá que ver! ¿Será cierto?

El levantamiento del bloqueo es cosa de Estados Unidos, pero también hay que golpearlo desde dentro. En cualquier caso será sin agorafobia. Luego les cuento. Allá nos vemos.

La Habana, 18 de octubre de 2015 

Tomado de Moncada

sábado, 17 de outubro de 2015

Una Cuba auténtica le dice NO al bloqueo

El rechazo de toda la sociedad civil cubana a la política de aislamiento impuesta por Estados Unidos fue palpable durante un encuentro sostenido por representantes de ese amplio espectro

Marylín Luis Grillo
digital@juventudrebelde.cu
16 de Octubre del 2015 23:45:06 CDT
Representantes de 140 organizaciones y movimientos participaron en el Foro. Foto: Roberto Ruiz
La sociedad civil cubana, entre la que destacó una representación sólida y numerosa de los jóvenes del país, desarrollaron este viernes su XII Foro contra el bloqueo, en el cual reflejaron la amplia y enérgica demanda por el cese de esta política ilegal y genocida que ha afectado a toda la población durante más de cinco décadas.

Coordinado por la Asociación Cubana de las Naciones Unidas, la reunión contó con destacados panelistas y delegados de cerca de 140 organismos agrupados dentro de movimientos juveniles, estudiantiles, sindicatos, organizaciones sociales, científicas, culturales, y de diversas denominaciones religiosas y fraternales, así como instituciones no gubernamentales, regionales e internacionales con sede en la Isla y entidades cubanas afectadas por el bloqueo.

A decir del jurista Luis Solá, presidente de la Sociedad Cubana de Derecho Internacional, refiriéndose a los allí convocados: «la verdadera sociedad civil cubana son ustedes, los que representan nuestros legítimos intereses y el deseo de mantener un proceso social único en América Latina donde realmente la verdad y la justicia son palabras de orden en todo momento».

Describió además en su ponencia la ilegalidad del bloqueo y el derecho de restitución financiera, material y moral que tienen los cubanos.

Por su parte, Nieves Picó, del Instituto Nacional de Investigaciones Económicas, dialogó sobre la metodología para calcular su costo, que asciende a más de 833 000 millones de dólares, en cálculos conservadores que no pueden abarcar muchos daños no cuantificables infligidos a la sociedad cubana.

La voz joven de la nación se hizo presente de manera significativa. Abrió la sesión de intervenciones de los reunidos el niño Kennys Matos, representante de la Organización de Pioneros José Martí y de un sector seriamente afectado por las limitantes del bloqueo: los discapacitados físico-motores.

El pionero comentó su felicidad de haber nacido en Cuba, un país que garantiza la ayuda humanitaria a todos sus pobladores, indicó además que «con bloqueo y sin bloqueo seguiremos siendo cubanos, seguiremos teniendo el valor que hasta ahora hemos tenido» y concluyó con la frase martiana: «Los que no tienen el valor de sacrificarse han de tener, al menos, el pudor de callarse ante los que se sacrifican».

De igual forma, usó de la palabra por la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE), Heidy Villuendas Ortega, quien en nombre de los más de 120 millones de integrantes del organismo demandó el cese de esta política ilegal, inhumana y genocida que provoca «la violación sistemática y masiva de los derechos humanos de los estudiantes cubanos al no permitirles el directo y completo desenvolvimiento en sectores tan importantes de nuestro país como la educación, la ciencia, la cultura, a pesar de los esfuerzos realizados por el Gobierno Revolucionario cubano».

Asimismo se expresó Alejandro Mesa, miembro del Secretariado de la Federación Estudiantil Universitaria, quien exhortó a los movimientos estudiantiles del mundo a hacer públicas sus acciones de solidaridad con Cuba y su reclamo por el fin del bloqueo.

Un acercamiento particular al impacto que el bloqueo tiene en los centros de altos estudios lo ofreció el joven profesor Waldo Barrera, de la Universidad de Ciencias Informáticas, institución que según explicó, sufre, por esa política, de limitaciones en el acceso a la información, a numerosas páginas y servicios de internet, en un sector que requiere del contacto inmediato con las más recientes tecnologías.

Otra organización estudiantil presente fue la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media, con la participación Lianet Marrero.

Al cierre del evento, Teresa Viera Hernández, directora del Centro de Estudios sobre la Juventud, concluyó que en Cuba «poseemos una juventud comprometida con la justeza de este proyecto revolucionario», que continuará firme a su legado histórico.

Participaron también en el diálogo la Filial Cubana de la Internacional de Médicos para la prevención de la guerra nuclear —institución ganadora del Nobel de la Paz—, la Sociedad Nacional Cubana de la Cruz Roja, la Asociación de Pedagogos de Cuba, la Unión Nacional de Juristas, la Cátedra del Adulto Mayor de la Universidad de La Habana, la Asociación Cubana de Pediatría, el Movimiento Cubano por la Paz, la Comunidad cubano-árabe, el Sacro Arzobispado Ortodoxo, la Federación de Mujeres Cubanas, los sindicatos de trabajadores de  la Construcción, de la Salud, y de la Educación, la Ciencia y el Deporte, así como la Sociedad Económica de Amigos del País y la Academia de Ciencias de Cuba, ambas creadas durante el período colonial.

El fundamentalismo es enemigo de la paz, afirma reverendo cubano

Escrito por  PL     
El fundamentalismo es enemigo de la paz, afirma reverendo cubano
El fundamentalismo religioso constituye hoy unos de los enemigos de la paz en el planeta, afirmó hoy el reverendo Raúl Suárez.


El fundamentalismo religioso constituye hoy unos de los enemigos de la paz en el planeta, afirmó hoy aquí el reverendo Raúl Suárez en el contexto del Encuentro Internacional por el Diálogo Interreligioso y la Paz Mundial.

Al intervenir en la segunda jornada de la cita que culmina mañana en el Palacio de Convenciones, Suárez recordó que el Islam auténtico tiene al hombre en el centro de su doctrina, y nunca está contrario a la paz y ni al bienestar del ser humano.

Llamó a estar alerta ante el fundamentalismo y las fuerzas que se crean en nombre de la religión, contrarias a los esfuerzos que se realizan en pos de un mundo sin guerra.

Esto trae como consecuencia el rechazo al Islam, lamentó el reverendo, quien también criticó a los grupos que pasan de la doctrina espiritual a la política.

El objetivo del encuentro, en opinión de los líderes de las diferentes denominaciones establecidas en la mayor de las Antillas, es reflexionar, intercambiar ideas y experiencias que redunden en un mundo espiritualmente sostenible.

Dicha cita es organizada por la Plataforma por el Diálogo Interreligioso en Cuba, fundada en 2011 como expresión integral del diálogo heterogéneo y la libertad religiosa en la nación antillana.

Tomado de Cubasí

Rumores en ONU: abstención de EE.UU. sobre bloqueo contra Cuba


Naciones Unidas, 16 oct (PL) Diplomáticos y periodistas acreditados aquí se hacen hoy eco de rumores acerca de una eventual abstención de Estados Unidos en la nueva votación sobre la necesidad de levantar el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba.(PLRadio)

Como ocurre cada año desde 1992, el 27 de octubre la Asamblea General someterá a la consideración de los 193 miembros de la ONU un proyecto de resolución que aboga por el fin del cerco aplicado por Washington contra la isla durante más de medio siglo.

El resultado del sufragio no genera dudas en la comunidad de Naciones Unidas, después del contundente apoyo a la iniciativa de manera recurrente, con 188 votos a favor de la eliminación del bloqueo en los últimos dos años, rechazo ratificado hace menos de un mes en el debate general de la Asamblea, donde 47 jefes de Estado, de Gobierno y cancilleres reclamaron su fin.

Sin embargo, el nuevo escenario imperante con el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, que reanudaron relaciones diplomáticas y reabrieron embajadas el pasado 20 de julio, despierta expectativas en torno a la postura de la Casa Blanca, en particular tras los llamados públicos del presidente Barack Obama al Congreso a suspender el cerco.

"Hay un rumor muy fuerte que está corriendo de que Estados Unidos va a abstenerse en esta votación, entonces veremos cómo resulta", comentó a Prensa Latina el embajador venezolano, Rafael Ramírez.

También la representante permanente de Nicaragua aquí, la vicecanciller María Rubiales, abordó el tema.

"Nosotros hemos estado oyendo rumores en los pasillos de que es probable que Estados Unidos se abstenga, estamos a la expectativa porque restan menos de dos semanas", dijo.

Ambos diplomáticos recordaron las declaraciones de Obama, quien en el 28 de septiembre reiteró en la Asamblea General su pedido al Capitolio de "levantar un embargo que no funciona y no debería seguir ahí".

Con la entrada en vigor en 1996 de la denominada Ley Helms-Burton, el bloqueo norteamericano se convirtió en ley, por lo cual corresponde al Congreso ponerle fin, aunque el Presidente tiene amplias facultades ejecutivas para eliminar buena parte del entramado de sanciones que lo conforman.

En diálogo con Prensa Latina de cara a la nueva votación en la plenaria del principal órgano deliberativo de la ONU, varios periodistas coincidieron en mencionar la probable abstención de Washington.

Funcionarios estadounidenses señalaron recientemente a un medio local de difusión que "aún no se ha tomado la decisión", lo que alimenta el rumor.

Interrogado por la prensa sobre la hipotética postura de la Casa Blanca ante la nueva resolución, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, afirmó en septiembre: "es una decisión que compete, por supuesto, al Departamento de Estado, al gobierno de Estados Unidos (â��). Yo voy a esperar al día 27 de octubre a ver qué va a ocurrir".

Si genera expectativas la posición norteamericana, también lo hace la de Israel, tradicional aliado de Washington, ambos aislados en el rechazo a la resolución adoptada en los últimos 23 años.

"Israel hará lo que Estados Unidos haga", comentó a Prensa Latina un reportero.

mgt/wmr

sexta-feira, 16 de outubro de 2015

"Decir que hay militares cubanos en Siria es como si Rusia envía tropas a ayudar a los lémures"

Residentes de la ciudad siria de Alepo compran verduras y frutas frente a un edificio dañado en el barrio de Bustan al-Qasr
Residentes de la ciudad siria de Alepo compran verduras y frutas frente a un edificio dañado en el barrio de Bustan al-Qasr / Hosam Katan / Reuters                                                                       

Las Fuerzas Armadas cubanas no están involucradas en el conflicto sirio, asegura un diplomático de la Embajada cubana en Siria. "Es como decir que Rusia enviará a sus tropas para proteger a los lémures en Madagascar", ironiza.

Un diplomático de la Embajada de Cuba en Damasco ha negado categóricamente los informaciones aparecidas en medios de comunicación que apuntan a un supuesto despliegue de un contingente militar cubano en Siria. "Es una tontería. Es como decir que Rusia enviará a sus tropas para proteger a los lémures en Madagascar", ha declarado el diplomático, informa Sputnik.

El rumor ha sido lanzado por la cadena Fox News –que cita a un funcionario de EE.UU. y a la "evidencia de los informes de inteligencia"– y hace referencia a un número indeterminado de unidades paramilitares y fuerzas especiales cubanas que estarían presentes en territorio sirio.

"Operativos militares cubanos han sido vistos supuestamente en Siria, donde las fuentes creen que están asesorando a los soldados del presidente Bashar al Assad y pueden estar preparándose para reforzar los tanques rusos para ayudar a Damasco en la lucha contra las fuerzas rebeldes respaldadas por EE.UU.", publicaba la cadena. 

Tomado de RT